Así nació mi superheroína

Apareció por primera vez en la edición Nº 8 de la revista All Star Comics, en diciembre de 1941 (es de sagitario, como yo...). 1940 y 1941 fueron años muy prolíficos en la creación de nuevos superhéroes. Sin embargo, hasta entonces no había una superheroína. El psicólogo William Marston convenció a Sheldon Mayer para crear a Wonder Woman, una versión femenina de Superman. La mujer maravilla tenía la fuerza de un hombre combinada con fuertes ideales feministas. Muy pronto ganó protagonismo y entidad propia.

La historia: El coronel Trevor llegó por accidente a Isla Paraíso, un edén donde sólo vivían mujeres. Pero no eran mujeres así nomás: eran las amazonas de la mitología griega, que se habían ocultado de los hombres gracias a su avanzadísima tecnología. Las diosas Atenea y Afrodita dijeron a su reina, Hipólita, que la mejor de sus súbditas debía devolver a Trevor al mundo del hombre. La hija de Hipólita, la princesa Diana (reina de la caza de la mitología), fue quien había encontrado a Trevor casi moribundo en medio del agua. Ella se había enamorado del Coronel y quiso devolverlo al mundo de los hombres pero su madre se lo impidió. Por eso, participó disfrazada en el torneo que elegiría a la mejor amazona. Por supuesto que ganó y con su legendario uniforme, acompañó a Trevor a Estados Unidos para luchar contra el nazismo.

Superpoderes: La mujer maravilla no envejeces, es inmortal y tiene la habilidad de aparecer con el atuendo de acuerdo a las necesidades, desde patinadora, nadadora, enfermera y vaquera. Prefiere fomentar la paz en lugar de la guerra y utilizar su persuasión antes que su superfuerza para someter a los malechores. Además de los superpoderes, tiene el lazo mágico (que obliga a los hombres decir la verdad), la tiara que le sirve de bumeran y los brazaletes reflejantes (hechos de "feminum", un metal oriundo de la Isla Paraíso a prueba de todo tipo de rayos, balas y otros proyectiles).