* Mi mamá y mi hijo.
* Confundir pista (encima de autos) con trencito eléctrico que va sobre las vías. Grrrrrrr. Ella lo hacía a menudo con el tren de mi hermano. El otro día yo hice lo mismo... y tengo testigos bloggers.
* Pasar mi lengua por su helado cuando está a punto de volcarse o cuando chorrea (siempre, siempre, no puedo evitarlo).
* Decirle: "pedile a Papá Noel" cada vez que me pide juguetes. Pide a diario, confieso.
*Empezar alguna respuesta, de vez en cuando, con "Cuando seas grande..." .
* Llevarlo a los cumpleaños de los amigos media hora tarde .
* Intentar convencerlo -sin éxito- de que eso que eligió es más feo que esto otro, cuando en realidad es más caro.
* Retarlo porque hace algo que, en teoría, no se puede o no se debe... y después hacerlo yo.
* Enojarme porque rompió su juguete (a mí me ponía frenética cuando mi vieja se quejaba porque les cortaba el pelo a las muñecas oporque les rompía una pierna).
POP (para otro post): mis viejos cuando escuchan mis quejas o mis cuentos sobre lo caprichoso, lo inquieto, lo contestador o lo independiente que es Juancho, me dicen: "Ahora nos va a entender un poquito", "Vos hacías igual". Mi propia medicina, je.